En tu nombre vuelan las mariposas


Si sólo el deseo fuera tan fácil como el acerbo poco al gusto de mirarte.
Si sólo fuera tan fácil deglutir el áspero sabor de tu ausencia en estos momentos.
La sensación agria de mi amor si tu aliento.
Esperando en días de invierno las pistas que me eleven al cielo, tenerte en mis brazos, escuchar tu voz jadear mi nombre elocuente.
Me siento detestable en la falta de un “te quiero” tan sincero como el tuyo.
Amor, siento ahora mismo codicia por tus besos, aquellos que para mí fueron algo Profundo, esos besos que terminaron para quienes sí los merecía.
Con tu risa aclarabas mi sangre y purificabas mis días. Con tus ojos me enredaba en el telar castaño de tu iris.
Has cortado mi corazón en trocitos y los has tragado en agua, y a pesar de las recesiones, quisiera saber la verdad, esa verdad que no es tan fácil.
Somos tú y yo y la distancia de invierno. Y el viento no apagó lo que sentíamos los dos. Las caminatas y atardeceres me embriagan de tus letras, cartas y relatos.

¿Habrá esperanza para mí? La galaxia entera está tatuada en tu espalda desde nacimiento y yo la he besado al margen de tu piel.

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